domingo, 22 de junio de 2014

La carrera mas díficil de mi vida, (y van unas cuantas)

lo primero, de bien nacido es ser agradecido, y en El Escorial se han portado de 11 con nosotros. Un simple os hace falta algo o aquí estamos para lo que querais, hace mucho mas fácil todo. No quiero tratos de favor como Perjudicado, pero si en algo te pueden facilitar las cosas es algo que se agradece. Mil gracias a la gente de la Agrupación Deportiva San Lorenzo, y en especial a Fernando.

Objetivo cumplido, cruzamos meta unos segundos antes de las dos horas, y completamos las tres medias en tres semanas. También subimos Abantos corriendo a nuestro ritmo y a bloque. En el primer habituallamiento pensé en que lo mas díficil había pasado y ahí estaba mi error, lo mas duro estaba por venir y no me imaginaba ni por asomo el calvario que me quedaba todavía.

Tras pasar un camino de tierra que creo que solventamos correctamente, comienza la bajada, carretera algo descarnada, pendiente muy pronunciada y curvas cerradas que me hicieron poco a poco ir cogiendo miedo ante la falta de estabilidad y de no saber exactamente donde iba a pisar. Si se que iba guíado y todo lo que se quiera, pero cuando uno pierde la noción del espacio la sensación no es nada agradable, y genera un estres que hace que poco a poco te vayas bloqueando. Patxi trata de que vuelva a coger confianza, pero la verdad interiormente yo no ando para acoñas, y mi única idea es que eso acabe cuanto antes. Afortunadamente entramos en el casco urbano y eso hace que el firme haga honor a su nombre.
Agradezco y de que forma las subidas, ahí se que aunque se agarren a las piernas, el peligro está controlado, e intento rehacerme en las bajadas que siguen teniendo 'una pendiente endemoniada. Pasan los kilometros y entro en meta cansado pero contento. Mi primera sensación es de no volver a correr carreras de ese tipo, pero la cosa se anima entre cervezas, sandía y amigos. Además me entregan un trofeo como Perjudicado que completa la prueba y eso les gusta a mis hijos. En el coche de vuelta a Madrid, Patxi y yo casi cerramos nuestra participación para la edición de 2015. Y es que al final lo díficil es lo que mas atrae.
Lo dicho, no tenemos palabras Patxi y yo para la gente de la Media mas dura de todo Madrid y alrededores, y para todo el pueblo que nos animó y ayudó en todo momento.

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